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MALVINAS. EN ELLAS TAMBIEN ESTA EL FUTURO DE LOS ARGENTINOS
Malvinas es una reivindicación permanente de nuestro Pueblo, agredido en las personas de los trabajadores rurales
argentinos explotados en esas Islas hace 179 años, en la reiteración de la brutalidad colonialista de Gran Bretaña
que sufriéramos en 1806 y 1807. Que seguimos sufriendo en los compatriotas caídos en 1982 y en las secuelas que
padecen quienes, entre ellos muchos compañeros bancarios, combatieron en desventaja por la negligencia criminal de los
responsables militares y civiles de la Dictadura, que utilizaron esa causa nacional huyendo del fracaso del avasallamiento
de la soberanía popular, de sus acciones terroristas, de destrucción de nuestra actividad productiva y de endeudamiento
de la Nación, del repudio evidenciado en la lucha de las Madres de la Plaza de Mayo, y en la Resistencia Sindical a la
dictadura manifestada en jornadas de movilización y lucha como las de un 30 de marzo, también hace 30 años, a escasas
horas del desembarco del 2 de abril.
Coincidimos, pues, plenamente con las decisiones y acciones para la recuperación de Malvinas adoptadas por la
Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
Coincidimos, también con ella, en que hay que recuperar memoria de toda la historia. En que ninguna responsabilidad
tiene el Pueblo Argentino por las acciones de quienes desconocieron la soberanía popular. En que, desde hace más de
180 años hay detrás, de todos estos hechos colonialistas, intereses económicos ilegítimos con sus habituales violaciones
de derechos de los trabajadores. No es ocioso, por ello, recordar que a la usurpación militar inglesa de 1833, la precedió,
en 1832, un destructivo ataque militar de la corbeta Lexington de la Armada de los Estados Unidos, a raíz de que la
autoridad designada por Argentina en las Islas había puesto límite al desconocimiento de la reglamentación de pesca
vigente por parte de embarcaciones de ese país. Recordar que el primer acto de resistencia a la usurpación de la Británica
fue, entre 1833 y 1834, la de los gauchos – trabajadores rurales- encabezados por el entrerriano Antonio Rivero, debido a
la explotación que sufrían por parte del entonces gobernador Vernet, que renunció a su cargo en marzo de 1833, ante el
desembarco de los marinos ingleses de la Corbeta Clío para preservar una explotación económica que tenía en las Islas
y cuyos capataces les pagaban a sus peones con vales que luego el administrador británico, dueño de la única despensa,
no aceptaba a la par que se les impedía matar ganado manso para alimentarse. Coincidimos, pues, en que el envío de
un poderoso buque de guerra por parte del actual Gobierno Británico es una amenaza militar trascendente que debe
repudiarse.
Coincidimos, en definitiva, que hoy, en los objetivos militaristas de Inglaterra, a los intereses sobre los recursos pesqueros,
se suman los intereses sobre los recursos carburíferos, vitales para el futuro de nuestro Pueblo y de nuestra región. Por
último, sabemos que en el futuro, como ayer y como hoy, los principales perjudicados de persistir esta usurpación serán
los trabajadores. Por ello, como siempre, la Asociación Bancaria reafirma que el compromiso de todos los argentinos,
el respeto a la soberanía popular, la unidad nacional y regional son imprescindibles para hacer posible el objetivo de
recuperación de nuestras Malvinas.
Buenos Aires, 8 de febrero de 2012
SECRETARIADO GENERAL NACIONAL DE LA ASOCIACIÓN BANCARIA
Sergio Palazzo, Andrés Castillo, Carlos Cisneros, Claudia Ormachea, José Lupiano, Cristina Maino, Patricia
Rinaldi, Walter Rey, Gustavo Díaz, Carlos Irrera, Liliana Lafauci, Eduardo Negro, Lisandro Aguirrezabal, Juan
Pallo, Luis Ortega, Aldo Acosta, Stella Mena, Rosa Sorsaburu, Eduardo Berrozpe.